Queridos hermanos y hermanas, dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia es un aspecto vital de nuestro viaje espiritual y de la vida comunitaria. Es más que simplemente abrir nuestras puertas; se trata de abrir nuestros corazones. La Biblia nos anima a abrazar a los extraños con amor y amabilidad, reflejando la hospitalidad que Jesús mismo mostró. Cuando damos la bienvenida a otros, no solo obedecemos el mandato de Dios, sino que también compartimos Su amor y gracia con aquellos que pueden estar buscándolo.
En la iglesia primitiva, la hospitalidad era un pilar de la vida cristiana. Los creyentes se reunían en hogares, compartiendo comidas y compañerismo. Esta práctica demostraba su amor por los demás y por aquellos que eran nuevos en la fe. Al dar la bienvenida a los visitantes con los brazos abiertos, seguimos su ejemplo, creando un ambiente donde todos se sienten valorados y aceptados.
Consideremos la historia de Abraham. Cuando dio la bienvenida a tres extraños, en realidad estaba recibiendo ángeles sin saberlo. Su disposición a servir y proveer para ellos fue recompensada con una bendición. Esto nos enseña que al dar la bienvenida a los visitantes, podemos estar abriéndonos a encuentros divinos y bendiciones.
Además, Jesús a menudo cenaba con pecadores y marginados, mostrándonos que nadie está fuera del alcance de Su amor. Siguiendo Su ejemplo, derribamos barreras y creamos una comunidad donde todos son bienvenidos, independientemente de sus circunstancias pasadas o presentes.
Querido amigo, nuestra iglesia debe ser un reflejo del reino de Dios, donde todos pueden encontrar refugio y un sentido de pertenencia. Esforcémonos por ser una iglesia acogedora, donde los visitantes sientan el calor del amor de Dios a través de nuestras acciones y palabras. Estamos llamados a ser la luz en el mundo, y una forma en que podemos brillar intensamente es mostrando una hospitalidad genuina a aquellos que cruzan nuestras puertas.
Que siempre estemos listos para dar la bienvenida a los visitantes con alegría y amabilidad, sabiendo que al hacerlo, servimos a nuestro Señor y Salvador. Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia.
Versículos de la Biblia sobre dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia
Hebreos 13:2 – Hospitalidad: recibir a ángeles sin saberlo

No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles
— Hebreos 13:2
Hebreos 13:2 nos recuerda la importancia de practicar la hospitalidad, subrayando que al acoger a extraños, podríamos estar recibiendo a ángeles sin saberlo. Este versículo enfatiza el valor espiritual de abrir nuestras puertas y corazones a los visitantes en la iglesia. La hospitalidad no solo fortalece la comunidad, sino que también nos conecta con lo divino, sugiriendo que en cada encuentro con el prójimo hay un potencial sagrado y una oportunidad de servir a Dios.
Romanos 12:13 – Practiquen la hospitalidad con los visitantes

Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad
— Romanos 12:13
Romanos 12:13 nos exhorta a «compartir con los santos en sus necesidades» y a «practicar la hospitalidad», destacando la importancia de recibir a los visitantes con amor y generosidad. En el contexto de la iglesia, este versículo nos recuerda que la comunidad de fe debe ser un lugar de acogida, donde todos, especialmente los recién llegados, se sientan bienvenidos y valorados. Practicar la hospitalidad no solo fortalece la comunidad, sino que también refleja el amor de Cristo hacia los demás.
1 Pedro 4:9 – Hospitalidad sin quejas hacia los demás
Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones
— 1 Pedro 4:9
1 Pedro 4:9 nos exhorta a practicar la hospitalidad sin quejas, lo cual es esencial en el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia. La hospitalidad implica abrir nuestros corazones y hogares a los demás, mostrando amor y generosidad. Al hacerlo sin quejas, reflejamos el amor incondicional de Cristo y creamos un ambiente acogedor donde los visitantes pueden sentir el amor de Dios. Esta actitud fortalece la comunidad de fe y fomenta relaciones genuinas y duraderas.
Mateo 25:35 – “Acogida al hambriento y al forastero.”

Porque tuve hambre, me disteis de comer; tuve sed, me disteis de beber; fui forastero, me recogisteis
— Mateo 25:35
El versículo Mateo 25:35 dice: «Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me acogisteis.» Este pasaje subraya la importancia de recibir y atender a aquellos que están en necesidad, especialmente a los forasteros. En el contexto de la iglesia, nos recuerda la esencia de la hospitalidad cristiana: abrir nuestras puertas y corazones a los visitantes y necesitados, reflejando así el amor y la compasión de Cristo. Acoger al hambriento y al forastero es una expresión tangible de nuestra fe y devoción.
Levítico 19:34 – Trata al extranjero como nativo

Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios
— Levítico 19:34
Levítico 19:34 nos instruye a tratar al extranjero como a un nativo, recordándonos que una vez fuimos extranjeros en la tierra de Egipto. Este versículo subraya la importancia de la hospitalidad y la empatía, especialmente dentro de la comunidad de la iglesia. Al dar la bienvenida a los visitantes, debemos mostrar amor y aceptación, reflejando el amor de Dios hacia todos. Este llamado a la inclusión y al trato justo nos desafía a ver a cada persona como parte integral de nuestra comunidad espiritual.
3 Juan 1:5 – Hospitalidad a los hermanos y visitantes

Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos
— 3 Juan 1:5
3 Juan 1:5 destaca la importancia de mostrar hospitalidad y amor hacia los hermanos y visitantes en la iglesia. Este versículo elogia la fidelidad de aquellos que reciben y cuidan a los forasteros, reflejando el amor cristiano en acción. La hospitalidad no solo fortalece la comunidad de creyentes, sino que también es un testimonio poderoso para los que visitan. Al abrir nuestras puertas y corazones, seguimos el ejemplo de Cristo, promoviendo un ambiente acogedor y amoroso en nuestra congregación.
Hechos 28:2 – Acogida amable y hospitalaria a visitantes
Los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, del frío
— Hechos 28:2
Hechos 28:2 destaca la calidez y hospitalidad de los isleños hacia Pablo y sus compañeros tras un naufragio. Este acto de bondad refleja la importancia de acoger a los visitantes con amabilidad y generosidad, tal como se espera en una comunidad de fe. Al recibir a los visitantes en la iglesia con un espíritu abierto y acogedor, seguimos el ejemplo bíblico de mostrar amor y cuidado a quienes llegan a nuestro entorno, creando un ambiente de bienvenida y aceptación.
Lucas 14:13-14 – Invita a los pobres y desvalidos
Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos los ciegos; serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos
— Lucas 14:13-14
El versículo de Lucas 14:13-14 nos enseña sobre la importancia de invitar a aquellos que no pueden devolver el favor, como los pobres y desvalidos. Jesús nos anima a mostrar hospitalidad y generosidad desinteresada, reflejando el amor de Dios al acoger a todos, especialmente a los más necesitados. En el contexto de la iglesia, este mensaje resalta la importancia de dar la bienvenida a los visitantes sin prejuicios, extendiendo la gracia y la inclusión a todos, siguiendo el ejemplo de Cristo.
Mateo 10:40 – Recibir a otros es recibir a Cristo
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; el que me recibe a mí, recibe al que me envió
— Mateo 10:40
En Mateo 10:40, Jesús enseña que al acoger a otros, especialmente a aquellos que llevan Su mensaje, en realidad lo estamos recibiendo a Él mismo. Este versículo subraya la importancia de la hospitalidad y el amor hacia los demás dentro de la comunidad de fe. Al dar la bienvenida a visitantes en la iglesia, demostramos nuestro compromiso con Cristo, reflejando Su amor y gracia. Así, recibir a otros es una expresión tangible de nuestra fe y devoción a Jesús.
1 Timoteo 3:2 – Hospitalario, sobrio, respetable, apto para enseñar

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar
— 1 Timoteo 3:2
1 Timoteo 3:2 destaca las características esenciales para un líder en la iglesia, enfatizando la importancia de ser hospitalario, sobrio, respetable y apto para enseñar. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, ser hospitalario implica crear un ambiente acogedor y cálido. La sobriedad y el respeto reflejan una actitud seria y digna, mientras que la capacidad de enseñar asegura que los visitantes reciban orientación espiritual y apoyo. Estos atributos contribuyen a una comunidad de fe inclusiva y edificante.
Colosenses 4:5-6 – Sabiduría y gracia al recibir visitantes

Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno
— Colosenses 4:5-6
Colosenses 4:5-6 nos insta a actuar con sabiduría y hablar con gracia, especialmente al interactuar con quienes no pertenecen a nuestra comunidad de fe. Al recibir visitantes en la iglesia, es crucial mostrarles hospitalidad y amor genuino, reflejando el carácter de Cristo. Nuestras palabras deben ser amables y edificantes, sazonadas con gracia, para que podamos responder adecuadamente a las necesidades de cada visitante. De esta manera, creamos un ambiente acogedor que invita a todos a experimentar el amor y la verdad de Dios.
Romanos 15:7 – Acéptense mutuamente como Cristo lo hizo

Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios
— Romanos 15:7
Romanos 15:7 nos exhorta a aceptarnos mutuamente tal como Cristo nos aceptó, lo que nos llama a abrir nuestros corazones y nuestras iglesias a los demás. Este versículo nos recuerda la importancia de recibir a los visitantes con amor y hospitalidad, reflejando la gracia y aceptación de Jesús. Al acoger a otros, no solo seguimos el ejemplo de Cristo, sino que también fortalecemos la comunidad y glorificamos a Dios al demostrar Su amor inclusivo y transformador.
Gálatas 6:10 – Haz el bien a todos, especialmente creyentes

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe
— Gálatas 6:10
Gálatas 6:10 nos exhorta a hacer el bien a todos, con un enfoque especial en la comunidad de creyentes. Este versículo resalta la importancia de la hospitalidad y el cuidado dentro de la iglesia, invitándonos a acoger y apoyar a los visitantes con amor y generosidad. Al actuar con bondad, reflejamos el amor de Cristo y fortalecemos los lazos comunitarios. Esta práctica no solo enriquece la vida de la iglesia, sino que también brinda testimonio del poder transformador de la fe.
Hechos 16:15 – Lidia hospeda a Pablo y compañeros

Cuando fue bautizada, su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, posad. nos obligó a quedarnos
— Hechos 16:15
Hechos 16:15 relata cómo Lidia, tras ser bautizada junto a su familia, invita a Pablo y sus compañeros a quedarse en su casa, mostrando una gran hospitalidad. Este acto de bienvenida resalta la importancia de recibir a los visitantes y compartir con ellos, un valor fundamental en la comunidad cristiana. Lidia, al abrir su hogar, no solo ofrece alojamiento, sino también un espacio de comunión y apoyo, reflejando cómo la fe se traduce en acciones concretas de amor y servicio.
Filemón 1:7 – Reconfortados por tu amor y hospitalidad
Pues tenemos gran gozo consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos
— Filemón 1:7
Filemón 1:7 destaca el poder del amor y la hospitalidad en la comunidad de fe. Este versículo elogia a Filemón por reconfortar y revitalizar el espíritu de los santos a través de su amor y generosidad. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de crear un ambiente acogedor y amoroso. Al hacerlo, no solo fortalecemos lazos, sino que también reflejamos el amor de Cristo, ofreciendo consuelo y esperanza a todos los que llegan.
Job 31:32 – Hospitalidad hacia los extraños y visitantes
(El forastero no pasaba fuera la nocheMis puertas abría al caminante)
— Job 31:32
Job 31:32 destaca la hospitalidad y generosidad de Job al declarar que ningún extraño pasaba la noche afuera, ya que siempre abría sus puertas al viajero. Este versículo resalta la importancia de acoger a los visitantes y extraños con amabilidad y generosidad. En el contexto de una iglesia, esto significa crear un ambiente acogedor para todos, reflejando el amor y la compasión cristiana. La hospitalidad es una manifestación de la fe y un acto tangible de amor hacia los demás.
1 Corintios 16:19 – Saludan a la iglesia en sus casas
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor
— 1 Corintios 16:19
1 Corintios 16:19 menciona a Priscila y Aquila, quienes saludan a la iglesia desde sus casas, mostrando un ejemplo de hospitalidad y comunidad. Este versículo resalta la importancia de abrir nuestros hogares y corazones a los demás, fomentando un ambiente acogedor y fraterno dentro de la iglesia. Al recibir a los visitantes con calidez y amabilidad, seguimos el modelo de estas primeras comunidades cristianas, fortaleciendo la unidad y el amor entre los creyentes.
1 Tesalonicenses 5:11 – Anímense y edifíquense mutuamente

Por lo cual, animaos unos a otros, edificaos unos a otros, así como lo hacéis
— 1 Tesalonicenses 5:11
1 Tesalonicenses 5:11 nos exhorta a «animarse y edificarse mutuamente», un llamado crucial para la comunidad cristiana. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de crear un ambiente de apoyo y amor. Al animarnos y fortalecernos unos a otros, reflejamos el amor de Cristo y hacemos que los nuevos miembros se sientan acogidos y valorados. Así, fomentamos una comunidad unida y edificante donde todos pueden crecer en su fe.
Mateo 10:42 – Acoger y recompensar a los necesitados

Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa
— Mateo 10:42
Mateo 10:42 subraya la importancia de mostrar hospitalidad y bondad, incluso en los gestos más pequeños. Jesús enseña que cualquier acto de generosidad, como ofrecer un vaso de agua a los necesitados, no pasará desapercibido ante Dios. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, el versículo nos recuerda que cada acto de amor y acogida refleja el corazón de Cristo y será recompensado. Nos inspira a ser generosos y atentos, creando un ambiente acogedor y amoroso.
Lucas 9:48 – Acoger a otros es acoger a Jesús
Les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es el más grande
— Lucas 9:48
En Lucas 9:48, Jesús enseña que acoger a los más pequeños es acogerlo a Él mismo. Este versículo subraya la importancia de recibir a los demás con amor y humildad, especialmente en la comunidad de la iglesia. Al dar la bienvenida a los visitantes, no solo mostramos hospitalidad, sino que también honramos a Jesús. Acoger a otros es una expresión tangible del amor de Cristo, fomentando un ambiente de aceptación y unidad en la iglesia. Así, al abrir nuestras puertas, abrimos nuestro corazón a Cristo.
Marcos 9:37 – Dar la bienvenida es recibir a Jesús
El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió
— Marcos 9:37
El versículo de Marcos 9:37 dice: «El que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió.» Este pasaje subraya la importancia de acoger a los demás con humildad y amor, especialmente a los más vulnerables. En el contexto de la iglesia, dar la bienvenida a los visitantes es una forma de recibir a Jesús mismo. Al abrir nuestros corazones y nuestras puertas, reflejamos el amor y la aceptación que Jesús nos enseña.
Tito 1:8 – Hospitalario, amante del bien, sensato, justo

Sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo
— Tito 1:8
Tito 1:8 destaca cualidades esenciales para los líderes de la iglesia, enfatizando la importancia de ser hospitalarios, amantes del bien, sensatos y justos. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de crear un ambiente acogedor y amable. Ser hospitalario significa abrir nuestras puertas y corazones a los demás, mostrando amor y bondad. Al practicar estas virtudes, reflejamos el carácter de Cristo y fomentamos una comunidad de fe inclusiva y acogedora.
Efesios 2:19 – Ciudadanos del reino, miembros de la familia

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, miembros de la familia de Dios
— Efesios 2:19
Efesios 2:19 nos recuerda que, como creyentes, ya no somos extraños ni forasteros, sino conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios. Este versículo resalta la importancia de la comunidad y la hospitalidad en la iglesia, enfatizando que todos somos parte del mismo cuerpo en Cristo. Al dar la bienvenida a los visitantes, reflejamos el amor y la aceptación de Dios, integrándolos en la familia espiritual donde todos son valorados y tienen un lugar especial.
Filipenses 2:29 – Recíbelo con alegría y honor
Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, tened en estima a los que son como él
— Filipenses 2:29
Filipenses 2:29 anima a recibir a las personas con alegría y honor, reflejando la hospitalidad cristiana. En el contexto de la iglesia, este versículo resalta la importancia de acoger a los visitantes con calidez y respeto, mostrando el amor de Cristo a través de nuestras acciones. Al dar la bienvenida a otros de esta manera, no solo fortalecemos la comunidad de fe, sino que también honramos a Dios, quien nos llama a ser una familia unida en amor y servicio.
Santiago 2:1-4 – No mostrar favoritismo hacia los visitantes
Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro con ropa espléndida, también entra un pobre con vestido andrajoso, miráis con agrado al que trae la ropa espléndida le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos?
— Santiago 2:1-4
En Santiago 2:1-4, se nos advierte contra el favoritismo, especialmente en el contexto de recibir a visitantes en la iglesia. Este pasaje nos recuerda que no debemos juzgar a las personas por su apariencia o estatus social. Todos son iguales ante Dios, por lo que debemos tratar a cada visitante con el mismo respeto y amor. Al acoger a todos sin parcialidad, reflejamos el amor imparcial de Cristo y fomentamos una comunidad inclusiva y acogedora.
Romanos 14:1 – Acoge a los débiles en la fe

Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones
— Romanos 14:1
Romanos 14:1 nos enseña a recibir a aquellos que son débiles en la fe con amor y aceptación, sin juzgar sus opiniones. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de acoger a todos, independientemente de su nivel de comprensión o creencias. La iglesia debe ser un lugar de apoyo y crecimiento espiritual, donde cada persona se sienta valorada y aceptada, fomentando así la unidad y el amor cristiano.
2 Juan 1:10 – No recibas a los engañadores

Si alguno viene a vosotros, no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido
— 2 Juan 1:10
2 Juan 1:10 advierte sobre el peligro de acoger a falsos maestros o engañadores que no traen la doctrina de Cristo. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de discernir entre aquellos que vienen con buenas intenciones y aquellos que podrían desviar a la comunidad de la verdad. Aunque la hospitalidad es un valor cristiano, es crucial proteger la integridad de la enseñanza y la fe de la iglesia.
Isaías 58:7 – Acoger y compartir con los necesitados

¿No es que partas tu pan con el hambriento, a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, no te escondas de tu hermano?
— Isaías 58:7
Isaías 58:7 nos llama a abrir nuestros corazones y hogares a los necesitados, enfatizando la importancia de compartir nuestro pan con el hambriento y ofrecer refugio a los desamparados. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda que la verdadera hospitalidad no solo se trata de recibir, sino de acoger con amor y compasión. Al practicar estas acciones, reflejamos el amor de Dios y fomentamos una comunidad inclusiva y solidaria.
1 Samuel 25:6 – Paz y prosperidad para ti y casa
Decidle así: Sea paz a ti, paz a tu familia, paz a todo cuanto tienes
— 1 Samuel 25:6
1 Samuel 25:6 ofrece un saludo de paz y prosperidad, reflejando un deseo de bienestar integral para el receptor. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo subraya la importancia de recibir a los demás con hospitalidad y generosidad. Al desear paz y prosperidad, la iglesia abre sus puertas con un espíritu acogedor, recordando a los visitantes que son valorados y que sus necesidades, tanto espirituales como materiales, son importantes para la comunidad de fe.
Génesis 18:1-5 – Hospitalidad de Abraham a los tres visitantes
Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. alzó sus ojos miró, he aquí tres varones que estaban junto a él; cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra, dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, lavad vuestros pies; recostaos debajo de un árbol, traeré un bocado de pan, sustentad vuestro corazón, después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. ellos dijeron: Haz así como has dicho
— Génesis 18:1-5
En Génesis 18:1-5, Abraham muestra una notable hospitalidad al recibir a tres visitantes. Este pasaje destaca la importancia de dar la bienvenida a los extraños con generosidad y amabilidad, un acto que revela el corazón abierto de Abraham. En el contexto de la iglesia, este ejemplo nos recuerda la importancia de acoger a los nuevos visitantes con el mismo espíritu de hospitalidad. Al igual que Abraham, estamos llamados a ofrecer un ambiente cálido y acogedor, reflejando el amor y la gracia de Dios a través de nuestras acciones.
Proverbios 25:17 – Modera tus visitas para evitar problemas
Detén tu pie de la casa de tu vecinoNo sea que hastiado de ti te aborrezca
— Proverbios 25:17
Proverbios 25:17 aconseja sobre la importancia de moderar las visitas para evitar el desgaste en las relaciones. Aplicado al contexto de la iglesia, este versículo nos recuerda que, aunque es fundamental dar la bienvenida a los visitantes con calidez y hospitalidad, también es crucial respetar su tiempo y espacio personal. Al encontrar un equilibrio, podemos fomentar un ambiente acogedor y respetuoso, promoviendo relaciones saludables y duraderas dentro de la comunidad de fe.
Zacarías 7:9-10 – Muestra justicia, misericordia y compasión

Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, haced misericordia piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano
— Zacarías 7:9-10
Zacarías 7:9-10 nos exhorta a practicar la justicia, la misericordia y la compasión, valores esenciales al dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia. Estos versículos nos recuerdan la importancia de tratar a todos con equidad y amor, especialmente a los nuevos miembros y visitantes. Al mostrar hospitalidad y cuidado genuino, reflejamos el corazón de Cristo y creamos un ambiente acogedor donde todos se sienten valorados y aceptados, fomentando así una comunidad cristiana más unida y amorosa.
Mateo 25:40 – «Lo que hagas por otros, haces por Mí.»

Respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis
— Mateo 25:40
Mateo 25:40 destaca la importancia de servir a los demás como una forma de servir a Dios. En el contexto de dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia, este versículo nos recuerda que cada acto de bondad y hospitalidad hacia los demás es un acto de amor hacia Jesús mismo. Al recibir a los visitantes con calidez y generosidad, estamos honrando a Dios y reflejando Su amor. Esta práctica no solo fortalece la comunidad, sino que también cumple con el llamado cristiano de amar al prójimo.
Lucas 10:5-6 – Paz en cada casa al entrar
En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros
— Lucas 10:5-6
En Lucas 10:5-6, Jesús instruye a sus discípulos a ofrecer paz al entrar en una casa. Si la paz es acogida, esa casa será bendecida. Este pasaje resalta la importancia de la hospitalidad y la bienvenida en la comunidad cristiana. Al recibir a los visitantes en la iglesia, se extiende una invitación a la paz de Cristo, creando un ambiente de amor y aceptación. Este acto de bienvenida refleja el corazón del evangelio y fortalece la unidad entre los creyentes.
1 Reyes 17:10-11 – Acogida y provisión a Elías
Entonces él se levantó se fue a Sarepta. cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; él la llamó, le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano
— 1 Reyes 17:10-11
En 1 Reyes 17:10-11, Elías llega a Sarepta y encuentra a una viuda recogiendo leña. Le pide agua y luego pan, demostrando la importancia de la hospitalidad y la fe. A pesar de su pobreza, la viuda acoge al profeta, confiando en la provisión de Dios. Este pasaje resalta cómo la generosidad y la acogida a los visitantes, incluso en momentos de necesidad, son actos de fe y obediencia que Dios honra y recompensa. Es un ejemplo poderoso para las iglesias al recibir a los visitantes con amor y confianza en la provisión divina.
2 Reyes 4:8 – Hospitalidad de la sunamita hacia Eliseo
Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer
— 2 Reyes 4:8
2 Reyes 4:8 relata cómo una mujer sunamita muestra hospitalidad al profeta Eliseo, ofreciéndole comida y un lugar para descansar cada vez que él pasa por su casa. Este acto de generosidad y acogida refleja el valor bíblico de dar la bienvenida a los visitantes, especialmente en un contexto de comunidad de fe. La hospitalidad de la sunamita no solo satisface las necesidades físicas de Eliseo, sino que también fortalece lazos espirituales, sirviendo como un ejemplo de amor y servicio desinteresado.
Juan 13:20 – Recibir al enviado es recibir a Jesús
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; el que me recibe a mí, recibe al que me envió
— Juan 13:20
En Juan 13:20, Jesús dice: «De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.» Este versículo subraya la importancia de acoger a los mensajeros de Cristo, ya que al hacerlo, estamos acogiendo al propio Jesús y, por ende, a Dios. En el contexto de la iglesia, recibir a los visitantes con amor y hospitalidad es un acto de fe que refleja nuestra aceptación y amor por Cristo mismo.
Jueces 19:20 – Ofrecer hospitalidad y paz a visitantes
El hombre anciano dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda quede solamente a mi cargo, con tal que no pases la noche en la plaza
— Jueces 19:20
Jueces 19:20 destaca la importancia de la hospitalidad y la paz al recibir a los visitantes, incluso en situaciones inesperadas. En este versículo, un anciano ofrece su hogar y protección a un viajero que se encuentra en peligro. Esto refleja el valor bíblico de acoger a los forasteros con generosidad y cuidado. En el contexto de la iglesia, este versículo nos recuerda la importancia de crear un ambiente acogedor y seguro para todos los que llegan, extendiendo amor y hospitalidad cristiana.
Deuteronomio 10:19 – Ama a los extranjeros, fuiste extranjero
Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto
— Deuteronomio 10:19
Deuteronomio 10:19 nos invita a amar a los extranjeros, recordándonos que nosotros también fuimos extranjeros en algún momento. Este versículo resalta la importancia de la hospitalidad y la empatía, especialmente en el contexto de la iglesia. Al dar la bienvenida a los visitantes, estamos practicando el amor y la aceptación que Dios nos enseña. La iglesia debe ser un refugio inclusivo, reflejando el amor incondicional de Dios hacia todas las personas, sin importar su origen o circunstancia.
Éxodo 23:9 – Empatía hacia los extranjeros y visitantes
No angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto
— Éxodo 23:9
Éxodo 23:9 nos recuerda la importancia de mostrar empatía y comprensión hacia los extranjeros y visitantes. Este versículo insta a recordar nuestra propia historia y experiencias al enfrentar situaciones similares, promoviendo una actitud de compasión y acogida. En un contexto de iglesia, este mensaje nos alienta a abrir nuestros corazones y comunidades a quienes llegan, asegurándonos de que se sientan valorados y bienvenidos, reflejando así el amor y la hospitalidad de Dios hacia todos.
Hebreos 10:25 – No dejen de reunirse regularmente

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca
— Hebreos 10:25
Hebreos 10:25 nos anima a no dejar de congregarnos regularmente, subrayando la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes. Reunirse en la iglesia no solo fortalece nuestra fe, sino que también nos permite dar la bienvenida a nuevos visitantes, integrándolos en un ambiente de amor y aceptación. Al hacerlo, fomentamos un sentido de pertenencia y unidad, esencial para el crecimiento espiritual individual y colectivo, cumpliendo así con el llamado de ser un cuerpo en Cristo.
Conclusión
La hospitalidad es un valor fundamental en la vida cristiana, y al reflexionar sobre las Escrituras, podemos aprender que dar la bienvenida a los visitantes en la iglesia es una manifestación tangible del amor de Dios. En Hebreos 13:2, se nos recuerda que al acoger a extraños, podemos estar recibiendo a ángeles sin saberlo. Este llamado a la hospitalidad nos invita a abrir nuestros corazones y hogares, reconociendo el valor intrínseco de cada persona.
Nuestro pensamiento debería centrarse en ver a cada visitante como una oportunidad para compartir la gracia y el amor de Cristo. Romanos 15:7 nos anima a aceptar a los demás tal como Cristo nos aceptó, lo que nos desafía a derribar barreras y prejuicios. Al practicar la hospitalidad, creamos una comunidad inclusiva que refleja el reino de Dios.
Deberíamos orar para que Dios nos dé un corazón dispuesto y generoso, como el de Abraham, quien fue bendecido por su hospitalidad. Que el Espíritu Santo nos guíe para ser luz en el mundo, mostrando amor genuino y amabilidad a todos los que cruzan nuestras puertas. Que nuestra iglesia sea un refugio para aquellos que buscan pertenencia y que nuestras acciones hablen del amor transformador de Cristo.