Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre la profunda verdad de Jesús cumpliendo la voluntad del Padre. En su ministerio terrenal, Jesús demostró consistentemente su compromiso inquebrantable de cumplir el propósito divino que se le había asignado. Como creyentes, entender esta verdad no solo enriquece nuestra fe, sino que también nos guía en nuestro caminar con Dios.
Jesús, nuestro Señor y Salvador, vivió una vida de perfecta obediencia a Dios el Padre. Desde el comienzo de su ministerio, quedó claro que su misión estaba alineada con la voluntad del Padre. A menudo hablaba de su profundo deseo de cumplir lo que el Padre le había enviado a hacer. Uno de los ejemplos más claros de esto es cuando Jesús oró, expresando su sumisión y disposición para seguir el plan del Padre, incluso hasta el sufrimiento y el sacrificio.
Este compromiso fue evidente a lo largo de sus enseñanzas y acciones. Cuando enfrentó desafíos y oposición, Jesús permaneció firme, sabiendo que su propósito era traer salvación a la humanidad. Sus milagros, enseñanzas e incluso sus interacciones con las personas apuntaban a su dedicación a la voluntad de Dios. Jesús no buscó su propia gloria, sino que buscó honrar al Padre, mostrándonos la importancia de la humildad y la sumisión.
La máxima expresión de Jesús cumpliendo la voluntad del Padre fue su disposición a dar su vida en la cruz. Este acto de amor y obediencia abrió el camino para la reconciliación entre Dios y la humanidad. Al reflexionar sobre esto, inspirémonos para buscar la voluntad de Dios en nuestras propias vidas. Así como Jesús encontró fuerza y propósito en su relación con el Padre, nosotros también podemos encontrar guía y paz al alinear nuestras vidas con el plan de Dios.
Queridos amigos, mientras nos esforzamos por seguir el ejemplo de Jesús, recordemos que hacer la voluntad del Padre trae verdadero cumplimiento y alegría. Que seamos animados a buscar su voluntad diariamente, confiando en su perfecto plan para nuestras vidas. Si este mensaje ha tocado tu corazón, te insto a compartirlo con otros para que también sean bendecidos.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre Jesús cumpliendo la voluntad del Padre.
Versículos de la Biblia sobre Jesús cumpliendo la voluntad del Padre
Juan 6:38 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió
— Juan 6:38
Juan 6:38 dice: «Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.» Este versículo resalta la obediencia y misión de Jesús en la tierra. Jesús enfatiza que su propósito no es seguir sus propios deseos, sino cumplir la voluntad de Dios, su Padre. Este acto de sumisión refleja su amor y devoción, mostrando a los creyentes el ejemplo supremo de entrega a los planes divinos, reafirmando su papel como el Salvador enviado por Dios.
Juan 4:34 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, que acabe su obra
— Juan 4:34
En Juan 4:34, Jesús declara: «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra». Este versículo resalta el compromiso total de Jesús con la misión que le ha encomendado el Padre. Para Jesús, cumplir la voluntad de Dios es tan esencial como el alimento físico. Este pasaje subraya la obediencia y devoción de Jesús al propósito divino, sirviendo como ejemplo para los creyentes de priorizar la voluntad de Dios en sus vidas.
Mateo 26:39 – Jesús ora por la voluntad del Padre
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú
— Mateo 26:39
Mateo 26:39 relata un momento crucial en el que Jesús, en el huerto de Getsemaní, ora al Padre diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú». Este versículo muestra la profunda humanidad de Jesús y su total sumisión a la voluntad del Padre. A pesar de su angustia, Jesús elige obedecer, destacando su compromiso de cumplir el propósito divino, incluso ante el sufrimiento inminente. Su oración es un ejemplo de entrega y fe inquebrantable.
Mateo 26:42 – Jesús acepta la voluntad del Padre
Otra vez fue, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad
— Mateo 26:42
En Mateo 26:42, Jesús ora en el huerto de Getsemaní, enfrentando el sufrimiento inminente de la crucifixión. Al decir «Hágase tu voluntad», muestra su completa sumisión al plan del Padre, incluso ante el dolor y el sacrificio. Este versículo refleja la obediencia y el amor de Jesús hacia Dios, sirviendo como un ejemplo poderoso de aceptar la voluntad divina, aunque sea difícil. Jesús, al cumplir la voluntad del Padre, asegura la redención de la humanidad.
Lucas 22:42 – Jesús acepta la voluntad del Padre
Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya
— Lucas 22:42
Lucas 22:42 muestra a Jesús en el Huerto de Getsemaní, enfrentando la inminente crucifixión. En este versículo, Jesús ora: «Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Aquí, Jesús demuestra su plena obediencia y sumisión a la voluntad del Padre, incluso ante el sufrimiento. Este acto refleja su misión de redención y su profundo amor y confianza en el plan divino, sirviendo como ejemplo de fe y entrega para los creyentes.
Juan 5:30 – Jesús cumple la voluntad del Padre
No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre
— Juan 5:30
Juan 5:30 destaca la obediencia y sumisión de Jesús a la voluntad del Padre. En este versículo, Jesús afirma que no actúa por iniciativa propia, sino que busca cumplir el propósito divino. Esta declaración subraya la unidad entre Jesús y el Padre, mostrando cómo Jesús es el modelo perfecto de obediencia. Al hacer la voluntad de Dios, Jesús nos enseña la importancia de alinearnos con los planes divinos, priorizando la justicia y el propósito celestial sobre nuestros deseos personales.
Juan 8:29 – Jesús siempre hace la voluntad del Padre
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada
— Juan 8:29
Juan 8:29 dice: «Y el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada». Este versículo resalta la estrecha relación entre Jesús y el Padre, destacando la obediencia constante de Jesús a la voluntad divina. Jesús vive en perfecta armonía con el Padre, asegurando que sus acciones reflejan siempre lo que agrada a Dios. Su ejemplo nos inspira a buscar y cumplir la voluntad de Dios en nuestras propias vidas.
Juan 12:49 – Jesús habla según el mandato divino
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, de lo que he de hablar
— Juan 12:49
En Juan 12:49, Jesús afirma que no habla por su propia cuenta, sino que sus palabras provienen del mandato del Padre que lo envió. Este versículo subraya la obediencia y sumisión de Jesús a la voluntad divina, destacando su papel como mensajero fiel de Dios. Al cumplir el mandato del Padre, Jesús demuestra su unidad con Dios y su compromiso de transmitir la verdad divina a la humanidad, reforzando su misión de salvación y revelación espiritual.
Juan 14:31 – Jesús obedece al Padre por amor
Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí
— Juan 14:31
En Juan 14:31, Jesús declara su amor y obediencia hacia el Padre, demostrando su compromiso de cumplir la voluntad divina. Este versículo resalta la profunda relación entre Jesús y Dios, y cómo su amor se manifiesta en la acción y la obediencia. Al someterse a la voluntad del Padre, Jesús no solo muestra su devoción, sino que también ofrece un ejemplo perfecto de amor y fidelidad para sus seguidores. Su obediencia es un acto de amor que cumple el plan redentor de Dios.
Juan 17:4 – Jesús cumplió la obra del Padre
Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese
— Juan 17:4
Juan 17:4 destaca la misión cumplida de Jesús al realizar la voluntad del Padre. En este versículo, Jesús ora al Padre, afirmando que ha glorificado a Dios en la tierra al completar la obra que se le encomendó. Esto refleja su obediencia y dedicación a la misión divina de redención. Jesús cumplió fielmente cada tarea, demostrando su amor y compromiso con el plan de salvación. Este versículo subraya la perfecta armonía entre el Hijo y el Padre en el propósito divino.
Hebreos 10:7 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, parahacer tu voluntadComo en el rollo del libro está escrito de mí
— Hebreos 10:7
Hebreos 10:7 dice: «Entonces dije: ‘He aquí, he venido, oh Dios, para hacer tu voluntad'». Este versículo resalta el compromiso de Jesús con el plan divino. Jesús, al encarnarse, se presenta como el cumplimiento de las profecías y la voluntad del Padre. Su misión en la Tierra fue vivir y morir para redimir a la humanidad, obedeciendo plenamente a Dios. Este acto de entrega refleja su amor y devoción, y nos invita a seguir su ejemplo de obediencia a la voluntad divina.
Mateo 12:50 – Familia de Jesús: quienes hacen la voluntad
Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, hermana, madre
— Mateo 12:50
Mateo 12:50 destaca la importancia de hacer la voluntad del Padre celestial para ser parte de la familia de Jesús. En este versículo, Jesús redefine el concepto de familia, no en términos de lazos de sangre, sino en la obediencia a Dios. Al cumplir la voluntad del Padre, los seguidores de Jesús se convierten en sus hermanos, hermanas y madre. Este versículo enfatiza la importancia de la acción y el compromiso en la relación con Dios, subrayando que la verdadera familia espiritual se forma a través de la fe y la obediencia.
Marcos 14:36 – Jesús acepta la voluntad del Padre
Decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú
— Marcos 14:36
En Marcos 14:36, Jesús ora en el jardín de Getsemaní antes de su arresto, diciendo: «Abba, Padre, todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.» Este versículo refleja la profunda sumisión de Jesús a la voluntad de Dios, a pesar de su sufrimiento inminente. Muestra su humanidad al desear evitar el dolor, pero también su divinidad y obediencia perfecta al aceptar el plan del Padre para la salvación.
Hebreos 5:8 – Jesús aprendió obediencia sufriendo
Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia
— Hebreos 5:8
Hebreos 5:8 nos recuerda que, aunque Jesús es el Hijo de Dios, aprendió la obediencia a través del sufrimiento. Este versículo destaca la humanidad de Jesús y su total sumisión a la voluntad del Padre. A través de sus experiencias humanas, incluyendo el dolor y el sufrimiento, Jesús se convirtió en el perfecto mediador para nosotros. Su obediencia ejemplar nos enseña la importancia de someter nuestra voluntad a la de Dios, incluso en los momentos más difíciles, para cumplir su propósito divino.
Filipenses 2:8 – Jesús obedeció hasta la muerte
Estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz
— Filipenses 2:8
Filipenses 2:8 destaca la profunda humildad y obediencia de Jesús al cumplir la voluntad del Padre. A pesar de ser divino, se despojó de su gloria para asumir la condición humana. Su obediencia fue total, llevándolo hasta la muerte en la cruz. Este acto supremo de amor y sumisión no solo redime a la humanidad, sino que también sirve como ejemplo de cómo debemos seguir la voluntad de Dios con humildad y devoción plena, incluso en el sufrimiento.
Romanos 5:19 – Obediencia de Jesús trae justificación
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos
— Romanos 5:19
Romanos 5:19 destaca la obediencia de Jesús como un acto crucial que trae justificación a la humanidad. A través de su vida perfecta y su disposición a cumplir la voluntad del Padre, Jesús contrasta con la desobediencia de Adán, que trajo pecado al mundo. Su obediencia culmina en su sacrificio en la cruz, logrando la reconciliación entre Dios y la humanidad. Así, su obediencia no solo es un ejemplo, sino también el medio por el cual somos hechos justos ante Dios.
Juan 10:17-18 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre
— Juan 10:17-18
En Juan 10:17-18, Jesús explica que su sacrificio es un acto voluntario de amor y obediencia hacia el Padre. Él tiene el poder de entregar su vida y de volverla a tomar, demostrando su autoridad divina. Este pasaje resalta cómo Jesús cumple la voluntad del Padre al ofrecerse por la humanidad, no por obligación, sino por decisión propia, subrayando su papel como el buen pastor que da su vida por las ovejas y reafirmando su unidad con el Padre en propósito y misión.
1 Corintios 15:28 – Jesús somete todo al Padre
Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos
— 1 Corintios 15:28
1 Corintios 15:28 destaca la sumisión final de todo al Padre por medio de Jesús. En este versículo, Pablo explica que cuando Cristo haya sometido todo bajo su autoridad, Él mismo se someterá al Padre. Este acto de sumisión resalta la perfecta armonía y unidad dentro de la Trinidad, demostrando que Jesús cumple completamente la voluntad del Padre. Así, Dios será «todo en todos», manifestando su soberanía absoluta y el cumplimiento del plan divino de redención y restauración.
Juan 6:29 – Creer en Jesús es la obra
Respondió Jesús les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado
— Juan 6:29
Juan 6:29 dice: «Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que él ha enviado». Este versículo subraya la esencia de la fe cristiana: creer en Jesús como el Hijo de Dios enviado al mundo. No se trata de cumplir una lista de obras, sino de confiar plenamente en Jesucristo. Creer en Él es cumplir la voluntad del Padre, pues reconoce y acepta el plan divino de salvación a través de su Hijo.
Juan 6:40 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, cree en él, tenga vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero
— Juan 6:40
Juan 6:40 dice: «Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.» Este versículo destaca el propósito central de Jesús: cumplir la voluntad del Padre al ofrecer salvación y vida eterna a quienes creen en Él. Jesús actúa como mediador entre Dios y la humanidad, asegurando que aquellos que tienen fe en Él sean resucitados y reciban la vida eterna, cumpliendo así el plan divino.
Juan 14:10 – Jesús actúa conforme al Padre
¿No crees que yo soy en el Padre, el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras
— Juan 14:10
En Juan 14:10, Jesús explica que sus palabras y acciones no son propias, sino que provienen del Padre que habita en Él. Este versículo destaca la profunda unión y obediencia de Jesús al Padre, mostrando que su misión en la tierra es cumplir la voluntad divina. Al actuar conforme al Padre, Jesús revela el carácter y propósito de Dios, enfatizando que su obra es una manifestación directa de la voluntad celestial en acción.
Juan 7:16-17 – Jesús enseña conforme a la voluntad divina
Jesús les respondió dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta
— Juan 7:16-17
En Juan 7:16-17, Jesús revela que su enseñanza no proviene de él mismo, sino de Dios, enfatizando su total obediencia al Padre. Este pasaje subraya que Jesús no busca su propia gloria, sino que actúa según la voluntad divina. Al hacerlo, invita a los oyentes a discernir la autenticidad de sus palabras mediante la disposición de cumplir la voluntad de Dios. De este modo, se destaca su papel como el Hijo enviado para manifestar el propósito divino en la tierra.
Juan 5:19 – Jesús actúa según la voluntad divina
Respondió entonces Jesús, les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente
— Juan 5:19
En Juan 5:19, Jesús declara que no actúa por cuenta propia, sino que sus acciones reflejan la voluntad del Padre. Este versículo subraya la perfecta armonía entre Jesús y Dios, mostrando que todas las obras de Jesús son una manifestación de la voluntad divina. Al seguir el ejemplo del Padre, Jesús revela la esencia de su misión en la tierra: cumplir los propósitos de Dios. Esta relación íntima asegura que su ministerio esté alineado con el plan divino, enfatizando su obediencia y unidad con Dios.
Juan 8:28 – Jesús hace la voluntad del Padre
Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo
— Juan 8:28
Juan 8:28 resalta la obediencia de Jesús al Padre. En este versículo, Jesús afirma que su enseñanza y acciones no son propias, sino que vienen del Padre que lo envió. Esto subraya la misión de Jesús de cumplir la voluntad divina y revela su total dependencia y alineación con Dios. Al ser levantado, es decir, crucificado, los espectadores entenderán que sus obras son un reflejo directo de la voluntad del Padre, demostrando su papel como el Hijo obediente y siervo fiel.
Juan 7:18 – Jesús busca la gloria del Padre
El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, no hay en él injusticia
— Juan 7:18
Juan 7:18 destaca el compromiso de Jesús con la voluntad del Padre, subrayando que su enseñanza no busca la gloria personal, sino la del que lo envió. Este versículo resalta la integridad de Jesús, quien actúa desinteresadamente, reflejando su misión divina. Al dirigir toda gloria al Padre, Jesús ejemplifica la obediencia perfecta, sirviendo como modelo para los creyentes. Su vida y ministerio son una manifestación continua de su deseo de cumplir el propósito del Padre celestial.
Juan 10:37-38 – Jesús cumple la voluntad del Padre
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis creáis que el Padre está en mí, yo en el Padre
— Juan 10:37-38
En Juan 10:37-38, Jesús desafía a sus oyentes a juzgarlo por sus obras, afirmando que sus milagros son evidencia de que actúa en unidad con el Padre. Este pasaje subraya que las acciones de Jesús no solo demuestran su identidad divina, sino que también reflejan su total obediencia y alineación con la voluntad del Padre. Al cumplir la misión que le fue encomendada, Jesús revela el propósito y el poder de Dios, invitando a la fe en su conexión intrínseca con el Padre.
Juan 15:10 – Jesús obedece y cumple el mandamiento
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, permanezco en su amor
— Juan 15:10
Juan 15:10 dice: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.» Este versículo refleja la obediencia de Jesús al Padre como un ejemplo supremo de cómo debemos vivir. Jesús no solo enseña la importancia de seguir los mandamientos de Dios, sino que él mismo los cumple perfectamente. Al hacerlo, nos muestra que la verdadera comunión con Dios se encuentra en la obediencia y el amor, siguiendo su ejemplo.
Juan 3:34 – Jesús habla con autoridad de Dios
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida
— Juan 3:34
Juan 3:34 destaca cómo Jesús habla con autoridad divina, ya que es enviado por Dios y comunica Sus palabras fielmente. Este versículo subraya que Jesús no actúa por cuenta propia, sino que cumple la voluntad del Padre al transmitir Su mensaje con total veracidad. La afirmación de que Dios le ha dado el Espíritu sin medida resalta la plenitud y autenticidad de su misión divina, estableciendo a Jesús como el portador perfecto de la voluntad de Dios.
Juan 17:6-8 – Jesús revela y cumple la voluntad
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, me los diste, han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; ellos las recibieron, han conocido verdaderamente que salí de ti, han creído que tú me enviaste
— Juan 17:6-8
En Juan 17:6-8, Jesús ora al Padre, destacando cómo ha manifestado el nombre de Dios a los discípulos que le fueron dados. Jesús enfatiza que ha cumplido la voluntad del Padre al enseñarles las palabras divinas, y ellos han recibido y creído en su mensaje. Este pasaje resalta la misión de Jesús de revelar el carácter y propósito de Dios, mostrando su obediencia y fidelidad en cumplir el plan divino para la salvación.
Juan 8:42 – Jesús hace la voluntad del Padre
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió
— Juan 8:42
En Juan 8:42, Jesús dice que si Dios fuera el Padre de sus oyentes, ellos lo amarían, porque Él vino de Dios y no vino por su propia cuenta, sino que fue enviado por el Padre. Este versículo subraya la obediencia y sumisión de Jesús a la voluntad de Dios, mostrando que su misión en la tierra es cumplir el propósito divino. Jesús actúa como un modelo perfecto de cómo debemos buscar y realizar la voluntad del Padre en nuestras vidas.
Juan 17:24 – Jesús desea unidad con el Padre
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo
— Juan 17:24
En Juan 17:24, Jesús expresa su deseo de que aquellos que el Padre le ha dado estén con Él y contemplen su gloria, que le fue otorgada antes de la creación del mundo. Este versículo resalta la profunda unidad entre Jesús y el Padre, así como su propósito eterno. Jesús anhela que sus seguidores participen en esta comunión divina, reflejando la voluntad del Padre de unir a la humanidad con Él a través de Cristo, en una relación basada en amor y gloria compartida.
Juan 6:57 – Jesús vive por el Padre celestial
Como me envió el Padre viviente, yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí
— Juan 6:57
Juan 6:57 destaca la profunda relación entre Jesús y el Padre celestial. En este versículo, Jesús explica que así como Él vive por el Padre, nosotros también estamos llamados a vivir por Él. Este pasaje subraya que Jesús cumple la voluntad del Padre en todo momento, siendo un ejemplo perfecto de obediencia y dependencia divina. Al vivir en comunión con Cristo, también participamos de esta relación con el Padre, encontrando nuestra verdadera vida y propósito en Él.
Juan 10:25 – Obras de Jesús testifican su misión
Jesús les respondió: Os lo he dicho, no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí
— Juan 10:25
Juan 10:25 destaca cómo las obras de Jesús son un testimonio de su misión divina y su obediencia al Padre. Jesús responde a las dudas de los incrédulos afirmando que sus acciones, realizadas en nombre de su Padre, son prueba suficiente de su identidad como el Mesías. Estas obras no solo demuestran su poder, sino que también reflejan su compromiso de cumplir la voluntad de Dios, revelando así la conexión profunda entre su misión terrenal y el propósito celestial.
Juan 14:24 – Jesús sigue la voluntad del Padre
El que no me ama, no guarda mis palabras; la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió
— Juan 14:24
Juan 14:24 destaca la obediencia de Jesús a la voluntad del Padre. En este versículo, Jesús enfatiza que sus enseñanzas no son propias, sino que provienen del Padre que lo envió. Este acto de sumisión y fidelidad subraya la perfecta unidad entre Jesús y Dios. Al seguir la voluntad del Padre, Jesús nos muestra el camino hacia una vida alineada con los propósitos divinos. Su ejemplo nos invita a escuchar y obedecer la voz de Dios en nuestras vidas.
Mateo 11:27 – Jesús revela al Padre según Su voluntad
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, aquel a quien el Hijo lo quiera revelar
— Mateo 11:27
Mateo 11:27 destaca la autoridad y el conocimiento exclusivo que Jesús tiene sobre el Padre. Este versículo subraya que todo le ha sido entregado a Jesús por el Padre, y solo a través de Jesús se puede conocer verdaderamente a Dios. Esto resalta la relación única entre el Padre y el Hijo, y cómo Jesús actúa como el revelador del Padre, cumpliendo así la voluntad divina. Al conocer a Jesús, accedemos a una comprensión más profunda del amor y propósito de Dios.
Lucas 10:22 – Jesús revela al Padre y su voluntad
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, aquel a quien el Hijo lo quiera revelar
— Lucas 10:22
Lucas 10:22 destaca la profunda relación entre Jesús y el Padre, mostrando que todo ha sido entregado a Jesús por el Padre. Este versículo subraya que solo a través de Jesús podemos conocer verdaderamente a Dios, ya que Él es quien revela al Padre según su voluntad. Este acto de revelación es central para comprender cómo Jesús cumple la voluntad del Padre, al ofrecer una conexión íntima y directa con Dios a aquellos a quienes Él elige revelarlo.
Juan 5:36 – Jesús cumple obras dadas por el Padre
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado
— Juan 5:36
En Juan 5:36, Jesús afirma que las obras que realiza son testimonio de que ha sido enviado por el Padre. Estas obras, más grandes que las de Juan el Bautista, validan su misión divina y demuestran su obediencia a la voluntad de Dios. Jesús no actúa por cuenta propia, sino que cumple el propósito del Padre, resaltando su papel como el Hijo que realiza las obras asignadas para manifestar el amor y el plan de salvación de Dios para la humanidad.
Juan 14:21 – Amor y obediencia a Jesús revelan al Padre
El que tiene mis mandamientos, los guarda, ese es el que me ama; el que me ama, será amado por mi Padre, yo le amaré, me manifestaré a él
— Juan 14:21
Juan 14:21 destaca la profunda conexión entre el amor por Jesús y la obediencia a sus mandamientos. Este versículo nos enseña que, al amar y seguir las enseñanzas de Jesús, no solo demostramos nuestro amor por Él, sino que también experimentamos una revelación más profunda del Padre. La obediencia es la manifestación del amor verdadero, y a través de ella, Jesús se revela a nosotros, permitiéndonos conocer mejor el corazón y la voluntad de Dios.
Conclusión
Al reflexionar sobre cómo Jesús cumplió la voluntad del Padre, aprendemos la importancia de la obediencia y sumisión a Dios. Jesús vivió su vida con un propósito claro y decidido: hacer la voluntad de su Padre celestial. Esto nos enseña que nuestra vida también debe estar alineada con el propósito divino, buscando siempre honrar a Dios en nuestras decisiones y acciones.
Nuestro pensamiento debe centrarse en seguir el ejemplo de Jesús, quien nos mostró que el verdadero cumplimiento y alegría se encuentran en vivir conforme a la voluntad de Dios. Debemos cultivar una relación íntima con el Padre para discernir su voluntad en nuestras vidas y tener la disposición de obedecerla, incluso cuando implique sacrificio o dificultad.
En nuestras oraciones, pidamos fuerza y sabiduría para buscar y cumplir la voluntad de Dios. Oremos para que nuestras vidas reflejen la misma dedicación y amor que Jesús mostró, y que podamos ser instrumentos de su paz y amor en el mundo. Recordemos que, al igual que Jesús, podemos encontrar propósito y dirección al caminar en obediencia y humildad ante Dios. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de su amor y gracia.
