Queridos hermanos y hermanas, al reunirnos para reflexionar sobre la importante tarea de predicar y ministrar a los no creyentes, primero reconozcamos el corazón de nuestra misión. Nuestro llamado es compartir el amor y la verdad de Dios con aquellos que aún no lo conocen. Este es un deber sagrado, uno que requiere compasión, comprensión y paciencia.
Cuando hablamos con aquellos que aún no creen, debemos recordar el ejemplo de Jesús, quien mostró bondad y comprensión a todos los que encontró. Sus interacciones con la mujer samaritana en el pozo y con Zaqueo, el recaudador de impuestos, nos recuerdan que todos son dignos de escuchar las buenas nuevas, independientemente de su pasado o posición social. Jesús se encontró con las personas donde estaban, atendiendo sus necesidades y preguntas más profundas con amor y sabiduría.
Al ministrar, es vital ser guiados por el Espíritu Santo, quien nos equipa con las palabras y acciones necesarias para tocar los corazones de aquellos que encontramos. Nuestra tarea no es juzgar ni condenar, sino ofrecer el mensaje de esperanza y redención que se encuentra en Cristo. Plantamos las semillas de la fe, confiando en que Dios las cuidará y hará crecer en Su tiempo.
También debemos estar preparados para compartir nuestros propios testimonios, ya que las historias personales de transformación pueden ilustrar poderosamente el impacto del amor de Dios. Nuestras vidas deben reflejar el gozo y la paz que provienen de conocer a Jesús, sirviendo como un testimonio vivo de Su gracia.
Al acercarnos a los no creyentes, seamos diligentes en la oración, pidiendo a Dios que abra corazones y mentes a Su verdad. Es a través de la oración que nos alineamos con Su voluntad y ganamos la fortaleza para perseverar en nuestra misión.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre predicar y ministrar a los no creyentes.
Versículos de la Biblia sobre predicar y ministrar a los incrédulos
Mateo 28:19 – «Id y haced discípulos a todas.»

Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo
— Mateo 28:19
El versículo Mateo 28:19 es parte de la Gran Comisión, donde Jesús instruye a sus discípulos a ir y hacer discípulos de todas las naciones. Este mandato destaca la importancia de predicar y ministrar a los incrédulos, llevándoles el mensaje del evangelio. Jesús llama a sus seguidores a cruzar fronteras culturales y geográficas, enseñando y bautizando en su nombre. Este versículo nos recuerda la responsabilidad de compartir la fe y expandir el reino de Dios en todo el mundo.
Marcos 16:15 – Predicar el evangelio a toda criatura

Les dijo: Id por todo el mundo predicad el evangelio a toda criatura
— Marcos 16:15
Marcos 16:15 es un llamado poderoso de Jesús a sus discípulos para difundir el mensaje del evangelio a todas las personas. Este versículo subraya la importancia de la misión cristiana de llevar el mensaje de salvación y esperanza a cada rincón del mundo, sin excepción. Al predicar el evangelio a «toda criatura», los creyentes están invitados a ministrar a los incrédulos, compartiendo el amor de Dios y la verdad transformadora de su palabra, cumpliendo así con el mandato divino de expandir su reino.
2 Timoteo 4:2 – Predica con paciencia y preparación constante

Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina
— 2 Timoteo 4:2
2 Timoteo 4:2 nos exhorta a predicar la Palabra de Dios con urgencia, ya sea en tiempos favorables o no. Este versículo enfatiza la importancia de estar siempre preparados para compartir el mensaje del evangelio con paciencia y dedicación. Al ministrar a los incrédulos, debemos corregir, reprender y animar con amor y perseverancia. Esto requiere un compromiso constante y una disposición para abordar las necesidades espirituales de los demás, reflejando así el amor y la verdad de Cristo en todo momento.
Romanos 10:14 – Predicar es esencial para creer

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique?
— Romanos 10:14
Romanos 10:14 destaca la importancia de la predicación en el proceso de fe. El versículo plantea preguntas retóricas que subrayan que, para que alguien pueda creer en Cristo, primero debe escucharlo, y para escucharlo, alguien debe predicar. Esto resalta la responsabilidad de los creyentes de compartir el mensaje del evangelio. Sin la proclamación activa de la palabra, los incrédulos no pueden llegar a la fe, lo que hace que la predicación sea esencial para la salvación.
Hechos 1:8 – Poder para ser testigos en el mundo

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra
— Hechos 1:8
Hechos 1:8 destaca el poder transformador del Espíritu Santo para capacitar a los creyentes como testigos de Cristo en todo el mundo. Este versículo subraya que la misión de predicar y ministrar a los incrédulos no depende de nuestras fuerzas, sino del poder divino. Al recibir el Espíritu Santo, los creyentes son impulsados a compartir el evangelio, comenzando en su comunidad inmediata y extendiéndose hasta los confines de la tierra, cumpliendo así la gran comisión de Jesús.
1 Corintios 9:22 – Adaptarse para ganar a más personas

Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos
— 1 Corintios 9:22
En 1 Corintios 9:22, el apóstol Pablo comparte su enfoque para predicar y ministrar a los incrédulos: adaptarse a las circunstancias y necesidades de cada persona para ganar más almas para Cristo. Este versículo destaca la importancia de la empatía y la flexibilidad en el ministerio. Pablo no compromete su fe, sino que busca puntos de conexión para que el mensaje del Evangelio sea accesible y relevante para todos. Es un llamado a ser versátiles y comprensivos al compartir la fe cristiana.
1 Pedro 3:15 – Defiende tu fe con mansedumbre y respeto

Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros
— 1 Pedro 3:15
1 Pedro 3:15 nos llama a estar siempre preparados para defender nuestra fe ante quienes nos pregunten sobre la esperanza que tenemos. Sin embargo, la clave está en hacerlo con mansedumbre y respeto. Este versículo nos recuerda que, al predicar y ministrar a los incrédulos, nuestra actitud y enfoque son fundamentales. No se trata solo de compartir nuestras creencias, sino de hacerlo de manera que refleje el amor y la gracia de Cristo, fomentando un diálogo abierto y respetuoso.
Colosenses 4:5-6 – Sabiduría y gracia al hablar

Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno
— Colosenses 4:5-6
Colosenses 4:5-6 nos exhorta a actuar con sabiduría al relacionarnos con los no creyentes, aprovechando cada oportunidad para compartir nuestra fe. Se nos anima a que nuestras palabras siempre estén llenas de gracia, sazonadas con sal, para que sepamos responder adecuadamente a cada persona. Este versículo nos recuerda la importancia de combinar el discernimiento y la amabilidad al predicar y ministrar, asegurándonos de que nuestro mensaje sea claro, respetuoso y edificante para quienes nos escuchan.
Mateo 5:16 – Brilla como luz para los demás

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos
— Mateo 5:16
Mateo 5:16 nos exhorta a que nuestras acciones reflejen la luz de Cristo en el mundo. Al vivir de manera que nuestras buenas obras sean visibles, no solo honramos a Dios, sino que también atraemos a los incrédulos hacia Él. Este versículo nos recuerda la importancia de ser un testimonio vivo, demostrando amor, compasión y verdad en nuestras vidas diarias. Al brillar como luces, inspiramos a otros a glorificar a nuestro Padre celestial, cumpliendo así nuestra misión de predicar y ministrar.
1 Corintios 3:6 – Plantamos, regamos; Dios da el crecimiento
Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios
— 1 Corintios 3:6
1 Corintios 3:6 dice: «Yo planté, Apolos regó; pero Dios ha dado el crecimiento.» Este versículo subraya la colaboración en el ministerio y enfatiza que, aunque los seres humanos son responsables de plantar y regar la semilla del Evangelio, el verdadero crecimiento espiritual proviene de Dios. En el contexto de predicar a los incrédulos, nos recuerda que cada esfuerzo humano es valioso, pero es el poder divino el que transforma vidas. Esto nos anima a ser diligentes en nuestro trabajo mientras confiamos en la obra de Dios.
Mateo 9:37-38 – Trabajadores pocos, cosecha abundante
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíobreros a su mies
— Mateo 9:37-38
En Mateo 9:37-38, Jesús observa que «la mies es mucha, pero los obreros son pocos». Este versículo destaca la abundancia de personas listas para recibir el mensaje del evangelio, pero también la escasez de quienes están dispuestos a predicar y ministrar. Jesús insta a sus seguidores a orar por más trabajadores que se sumen a la labor. Este llamado resalta la importancia de estar activos en compartir la fe y servir a los incrédulos, respondiendo a la necesidad urgente de más mensajeros del amor y la verdad de Dios.
2 Corintios 5:20 – Embajadores de Cristo, reconciliación con Dios

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios
— 2 Corintios 5:20
2 Corintios 5:20 nos recuerda que, como creyentes, somos embajadores de Cristo, llamados a representar y compartir el mensaje de reconciliación con Dios. Este versículo destaca la responsabilidad y privilegio de predicar a los incrédulos, instándolos a aceptar la paz que Jesús ofrece. Como embajadores, nuestro papel es ser portavoces de Cristo, mostrando su amor y gracia, y animando a otros a restaurar su relación con Dios a través de la obra redentora de Jesús.
Juan 20:21 – Jesús envía a sus discípulos a ministrar

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío
— Juan 20:21
En Juan 20:21, Jesús se presenta a sus discípulos después de su resurrección y les dice: «Paz a vosotros. Como el Padre me envió, así también yo os envío». Este versículo subraya la misión de los discípulos de llevar el mensaje del Evangelio al mundo. Jesús, habiendo cumplido su misión en la tierra, encomienda a sus seguidores a continuar su obra. Es un llamado a predicar y ministrar a los incrédulos, reflejando el amor y la paz que Él mismo mostró.
Hechos 13:47 – Luz para los gentiles, salvación global

Porque así nos ha mandado el Señor, diciendoTe he puesto para luz de los gentilesA fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra
— Hechos 13:47
Hechos 13:47 destaca la misión de llevar el mensaje de salvación a todos, no solo a los judíos, sino también a los gentiles. El versículo cita al profeta Isaías, enfatizando que Dios ha llamado a su pueblo a ser «luz para los gentiles», extendiendo la salvación a los confines de la tierra. Este pasaje subraya la responsabilidad de los creyentes de compartir el Evangelio con los no creyentes, promoviendo una visión inclusiva del amor y la redención divina.
Romanos 1:16 – No me avergüenzo del evangelio

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, también al griego
— Romanos 1:16
Romanos 1:16 afirma: «Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree». Este versículo resalta la importancia de compartir el mensaje de Cristo con valentía, sin temor ni vergüenza. El evangelio es una fuente poderosa de transformación y salvación, destinada a todos los que eligen creer. Al predicar y ministrar a los incrédulos, los creyentes son llamados a ser testigos fieles y audaces del amor y la gracia de Dios.
Efesios 6:19-20 – Predicar el evangelio con valentía y claridad
Por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar
— Efesios 6:19-20
Efesios 6:19-20 destaca la importancia de predicar el evangelio con valentía y claridad. Pablo, al pedir oración para sí mismo, reconoce la necesidad de ayuda divina para hablar con confianza y articular el mensaje de salvación. Estos versículos nos recuerdan que, al compartir el evangelio con los incrédulos, debemos depender de Dios para que nos dé las palabras adecuadas y el coraje necesario. Predicar con valentía implica no temer las repercusiones, confiando en que el Espíritu Santo guiará nuestro mensaje.
Lucas 24:47 – Predicar arrepentimiento y perdón a todos

Que se predicase en su nombre el arrepentimiento el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén
— Lucas 24:47
Lucas 24:47 destaca la misión universal de predicar el arrepentimiento y el perdón en el nombre de Jesús a todas las naciones. Este versículo subraya la importancia de llevar el mensaje de salvación más allá de las fronteras culturales y geográficas, enfatizando que el amor y la misericordia de Dios son accesibles para todos. Predicar y ministrar a los incrédulos implica compartir esta invitación al arrepentimiento y al perdón, promoviendo una transformación espiritual que une a la humanidad en el mensaje redentor de Cristo.
1 Tesalonicenses 2:4 – Aprobados por Dios para predicar fielmente

Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones
— 1 Tesalonicenses 2:4
1 Tesalonicenses 2:4 resalta la responsabilidad y el privilegio de ser aprobados por Dios para compartir Su mensaje. Este versículo enfatiza que la motivación al predicar no debe ser agradar a los hombres, sino a Dios, quien examina nuestros corazones. En el contexto de ministrar a los incrédulos, nos recuerda la importancia de la sinceridad y la integridad al comunicar el evangelio, confiando en que nuestro llamado proviene de Dios y no de la aprobación humana.
Filipenses 1:18 – Predicar a Cristo es lo importante
¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; en esto me gozo, me gozaré aún
— Filipenses 1:18
Filipenses 1:18 resalta que lo esencial es que Cristo sea predicado, sin importar las motivaciones detrás de ello. Pablo expresa alegría al ver que el mensaje de Cristo se difunde, ya sea por razones sinceras o por interés personal. Este versículo nos recuerda que, al ministrar a los incrédulos, lo crucial es que el mensaje de Cristo llegue a más personas. La prioridad es la proclamación de Cristo, confiando en que el poder del Evangelio actúa independientemente de las intenciones humanas.
Hechos 17:30 – Dios manda a todos arrepentirse ahora

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan
— Hechos 17:30
Hechos 17:30 destaca un cambio significativo en la relación de Dios con la humanidad. En el pasado, Dios pasó por alto la ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan. Este llamado universal al arrepentimiento refleja la urgencia y la importancia del mensaje del evangelio. Predicar y ministrar a los incrédulos implica llevar este mensaje de arrepentimiento y salvación a todos, enfatizando que Dios, en su gracia, ofrece una nueva oportunidad para reconciliarnos con Él.
Gálatas 6:9 – «No te canses de hacer el bien.»

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos
— Gálatas 6:9
Gálatas 6:9 exhorta a los creyentes a perseverar en hacer el bien, recordándoles que no deben desanimarse, ya que la recompensa llegará a su debido tiempo. En el contexto de predicar y ministrar a los incrédulos, este versículo nos anima a seguir compartiendo el amor y el mensaje de Cristo, incluso cuando no vemos resultados inmediatos. La persistencia en el bien refleja la fe y confianza en que Dios obrará a través de nuestros esfuerzos, impactando vidas y corazones.
2 Corintios 4:5 – Proclamamos a Cristo, no a nosotros
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús
— 2 Corintios 4:5
2 Corintios 4:5 enfatiza que la verdadera misión cristiana es centrarse en Cristo, no en nosotros mismos. Al predicar y ministrar a los incrédulos, nuestro mensaje debe ser la proclamación de Jesucristo como Señor. Este versículo nos recuerda que somos simplemente siervos, llamados a servir a los demás por amor a Cristo. Al poner a Cristo en el centro de nuestro mensaje, reflejamos su luz y verdad, guiando a los demás hacia una relación transformadora con Él.
Juan 4:35 – Cosecha lista, predica a los incrédulos

¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos mirad los campos, porque ya están blancos para la siega
— Juan 4:35
Juan 4:35 nos invita a reconocer la urgencia y la oportunidad de compartir el mensaje de Cristo. En este versículo, Jesús dice a sus discípulos que la cosecha está lista, refiriéndose a las almas que están preparadas para recibir el evangelio. Al predicar y ministrar a los incrédulos, estamos llamados a actuar con diligencia y compasión, conscientes de que el terreno está fértil y que es el momento adecuado para sembrar las semillas de la fe.
Hechos 26:16-18 – Comisión para predicar y abrir ojos
Pero levántate, ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro testigo de las cosas que has visto, de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados herencia entre los santificados
— Hechos 26:16-18
Hechos 26:16-18 describe la comisión de Pablo para predicar y ministrar a los incrédulos. En este pasaje, Dios llama a Pablo a levantarse y ser testigo de lo que ha visto y de lo que se le revelará. La misión de Pablo es abrir los ojos de las personas, sacarlas de la oscuridad a la luz y liberarlas del poder de Satanás para que reciban el perdón de pecados y un lugar entre los santificados por la fe en Jesús. Este llamado resalta la importancia de la predicación como medio para transformar vidas.
1 Timoteo 4:13 – Lee, exhorta y enseña diligentemente
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación la enseñanza
— 1 Timoteo 4:13
1 Timoteo 4:13 nos exhorta a dedicar tiempo a la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza. Este versículo resalta la importancia de estar bien preparados y comprometidos al compartir el mensaje de Dios, especialmente al ministrar a los incrédulos. Al enfocar nuestros esfuerzos en leer y comprender la Palabra, podemos exhortar con sabiduría y enseñar con eficacia. Al hacerlo, no solo fortalecemos nuestra fe, sino que también servimos como guías para aquellos que buscan conocer a Dios.
Romanos 15:16 – Ministro para los gentiles en Cristo
Para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo
— Romanos 15:16
Romanos 15:16 destaca la misión de Pablo como apóstol a los gentiles, enfatizando su papel como ministro de Cristo Jesús. Su objetivo es presentar a los gentiles como una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo. Este versículo resalta la importancia de predicar y ministrar a los incrédulos, mostrando que el evangelio es para todos, independientemente de su origen, y que la transformación espiritual es obra del Espíritu. Pablo actúa como puente, llevando el mensaje de salvación más allá de las fronteras judías.
2 Corintios 2:14 – Difundimos el conocimiento de Dios siempre

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento
— 2 Corintios 2:14
2 Corintios 2:14 destaca el papel de los creyentes en la difusión del conocimiento de Dios. El versículo ilustra cómo, a través de Cristo, somos conducidos en un triunfo constante y cómo nuestras vidas se convierten en un «aroma» que lleva el mensaje de Dios a todos los rincones. Al predicar y ministrar a los incrédulos, actuamos como instrumentos de Dios, difundiendo su verdad y amor. Este versículo nos recuerda la importancia de ser testigos activos de la fe, mostrando la presencia de Dios en nuestras acciones diarias.
Isaías 52:7 – Hermosos son los pies del mensajero

¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina
— Isaías 52:7
Isaías 52:7 destaca la belleza y el valor de aquellos que llevan buenas noticias de paz y salvación. El versículo celebra a los mensajeros que proclaman el reino de Dios, mostrando que su misión es tanto noble como fundamental. Al predicar y ministrar a los incrédulos, estos mensajeros llevan esperanza y transformación, cumpliendo el propósito divino de compartir el amor y la verdad de Dios con el mundo. Sus «hermosos pies» simbolizan el impacto positivo de su obra en la vida de los demás.
Hechos 5:42 – Predicar diariamente en el templo y casas

Todos los días, en el templo por las casas, no cesaban de enseñar predicar a Jesucristo
— Hechos 5:42
Hechos 5:42 resalta la dedicación de los apóstoles en la difusión del mensaje de Jesús. A pesar de enfrentar oposición, continuaban predicando diariamente tanto en el templo como en las casas. Este versículo subraya la importancia de la constancia y el compromiso en el ministerio cristiano. Al predicar y enseñar sin cesar, los apóstoles sirven como ejemplo de cómo los creyentes pueden compartir el Evangelio con los demás, incluso en tiempos difíciles, alcanzando tanto a multitudes como a individuos.
Tito 2:1 – Predica sana doctrina con autoridad
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina
— Tito 2:1
Tito 2:1 insta a enseñar lo que es conforme a la sana doctrina, destacando la importancia de transmitir las enseñanzas cristianas de manera clara y fiel. En el contexto de predicar y ministrar a los incrédulos, este versículo resalta la responsabilidad de comunicar verdades bíblicas con autoridad y exactitud. Al hacerlo, se ofrece una guía espiritual sólida que puede transformar vidas y llevar a otros al conocimiento de la fe auténtica, cumpliendo así el mandato de compartir el mensaje del evangelio.
Romanos 10:17 – La fe viene por oír la palabra

Así que la fe es por el oír, el oír, por la palabra de Dios
— Romanos 10:17
Romanos 10:17 afirma que «la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». Este versículo subraya la importancia de compartir el mensaje del Evangelio para cultivar la fe en los corazones de los incrédulos. Predicar y ministrar a otros es fundamental, ya que escuchar la palabra de Dios es el medio por el cual las personas pueden conocer a Cristo y desarrollar una fe auténtica. Así, el acto de compartir la palabra se convierte en un puente hacia la salvación y el crecimiento espiritual.
1 Corintios 1:17 – Predicar sin depender de sabiduría humana

Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo
— 1 Corintios 1:17
1 Corintios 1:17 destaca la misión de Pablo de predicar el evangelio sin apoyarse en la elocuencia humana, para que la cruz de Cristo no pierda su poder. Este versículo subraya que el mensaje del evangelio no depende de la sabiduría o persuasión humana, sino del poder inherente de la cruz. Al ministrar a los incrédulos, el enfoque debe estar en la esencia del evangelio, permitiendo que su mensaje transformador hable por sí mismo, sin adornos innecesarios.
Lucas 10:2 – Cosecha abundante, pocos obreros disponibles
Les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros a su mies
— Lucas 10:2
Lucas 10:2 destaca la urgencia y la necesidad de obreros comprometidos en la labor espiritual. Jesús compara la misión evangelizadora con una cosecha abundante que requiere trabajadores dispuestos a recogerla. En un mundo con muchos que aún no conocen el mensaje de salvación, hay pocos comprometidos en compartirlo. Este versículo nos llama a orar por más obreros y a considerar nuestro propio papel en llevar el evangelio a los incrédulos, recordando que la necesidad es grande y la oportunidad, inmensa.
1 Timoteo 2:4 – Dios desea la salvación de todos

El cual quiere que todos los hombres sean salvos vengan al conocimiento de la verdad
— 1 Timoteo 2:4
1 Timoteo 2:4 expresa el deseo de Dios de que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Este versículo subraya la naturaleza inclusiva del amor divino y la misión universal de la predicación cristiana. En el contexto de ministrar a los incrédulos, resalta la importancia de compartir el mensaje de salvación con todos, sin distinción. Al hacerlo, reflejamos el corazón de Dios, quien anhela que cada persona experimente su gracia y verdad transformadora.
Juan 12:32 – Jesús atraerá a todos hacia Él

Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo
— Juan 12:32
Juan 12:32 dice: «Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo». Este versículo subraya el poder de la crucifixión y resurrección de Jesús para atraer a todas las personas hacia Él. En el contexto de predicar y ministrar a los incrédulos, nos recuerda que la obra redentora de Cristo es el centro del mensaje del evangelio. Nuestra tarea es compartir este mensaje, confiando en que Jesús mismo atraerá a las personas hacia su amor y salvación.
2 Corintios 6:1 – No reciban en vano la gracia

Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios
— 2 Corintios 6:1
2 Corintios 6:1 nos exhorta a no recibir en vano la gracia de Dios. Este versículo subraya la importancia de actuar conforme al don inmerecido que hemos recibido, especialmente al predicar y ministrar a los incrédulos. Nos recuerda que la gracia implica una responsabilidad: compartir el mensaje de salvación con integridad y urgencia. Al vivir y transmitir la fe auténticamente, reflejamos el amor transformador de Dios, asegurándonos de que su gracia tenga un impacto genuino en nuestras vidas y en las de quienes nos rodean.
Colosenses 1:28 – Proclamamos a Cristo para enseñar a todos

A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre
— Colosenses 1:28
Colosenses 1:28 destaca la misión de proclamar a Cristo, enfatizando la enseñanza y amonestación de todos con sabiduría. El objetivo es presentar a cada persona perfecta en Cristo, subrayando la importancia de llevar el mensaje del Evangelio a todos, incluidos los incrédulos. Este versículo resalta el compromiso de los creyentes de compartir la fe y guiar a otros hacia una vida transformada en Cristo, cumpliendo con el llamado de ministrar a todas las personas sin distinción.
Romanos 10:9-10 – Confesar y creer para salvación

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación
— Romanos 10:9-10
Romanos 10:9-10 destaca la importancia de la confesión y la fe para la salvación. El pasaje enseña que declarar con la boca que Jesús es el Señor y creer en el corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos es el camino hacia la salvación. Este versículo resalta la simplicidad y profundidad del mensaje cristiano: la salvación está al alcance de todos a través de la fe sincera y la confesión abierta, un llamado a compartir este mensaje con los incrédulos para que también encuentren la salvación.
Conclusión
Al reflexionar sobre los versículos seleccionados, aprendemos que predicar y ministrar a los incrédulos es un mandato divino que requiere nuestro compromiso y dedicación genuinos. Jesús nos llama a ser sus embajadores, compartiendo el mensaje de salvación con amor y respeto. Debemos estar siempre listos para dar razón de nuestra esperanza, como se menciona en 1 Pedro 3:15, y hacerlo con mansedumbre y reverencia.
Nuestro pensamiento debe centrarse en la compasión y la empatía, siguiendo el ejemplo de Cristo al acercarse a aquellos que aún no conocen a Dios. Al igual que en Filipenses 1:18, debemos regocijarnos siempre que el evangelio sea proclamado, sin importar las circunstancias. Es crucial que nuestras acciones reflejen la luz de Cristo, como se destaca en Mateo 5:16, para que otros puedan ver nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre celestial.
En oración, debemos pedir fortaleza y sabiduría al Espíritu Santo para que nos guíe en nuestras interacciones y nos ayude a superar cualquier barrera cultural o personal. También debemos orar, como en Mateo 9:37-38, para que Dios envíe más obreros a Su cosecha, fortaleciendo a la comunidad de creyentes y extendiendo Su reino en la tierra.